La danza se practica en el centro poblado de Canchapampa, distrito de Llata, provincia de Huamalíes, región Huánuco. Fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación en el Perú mediante la Resolución Viceministerial N° 007-2012-VMPCIC-MC el 16 de febrero de 2012. Se estima que tiene raíces antiguas, quizá preincaicas, ligadas a costumbres pastoriles de la sierra; se dice que antiguamente el personaje central no era un toro sino la llama, lo que sugiere heredades de pastoreo ancestral. También se ha influido con elementos coloniales/hispánicos, lo que se ve, por ejemplo, en la aparición del “toro” (animal ganado vacuno) que reemplaza a la llama en la coreografía. Cosmovisión andina: los personajes llamados ruku(s) se asocian con los ancestros, los animales de las alturas, y con los dioses tutelares de montaña (hirka(s)) que son dueños de los animales que habitan en esas alturas. Se le pide permiso al “hirka” para bajar animales de altura como parte de la danza. Mestizaje: la danza articula lo indígena con lo introducido por los españoles. Así, el toro como personaje ganado vacuno foráneo, la corrida de toro representada de forma simbólica, la figura del repuntero (dueño del ganado) y ciertos trajes o roles que tienen clara influencia colonial. Tiene función ritual (ofrecimientos, respeto al mundo andino) y función social/festiva: reafirmación de identidad local, participación comunitaria, celebración durante fiestas religiosas, patrias, festividades del pueblo.